Entrevista a Paul Urkijo, director de "Errementari"

Paul Urkijo compite en la sección oficial Creative Rosebud Awards del Calella Film Festival con su primer largometraje, Errementari (El herrero y el diablo) (2017), del que es director y guionista. Antes escribió y realizó sus propios cortometrajes de ficción y animación, como Clavos (2006), Jugando con la muerte (2011) o El bosque negro (2015).

– Errementari está basada en un cuento tradicional vasco, Patxi Errementaria. ¿Crees que un medio de comunicación de masas como el cine debería, más a menudo, dar voz al folklore?

Creo que eso debería ir en base al interés de la gente en el folclore. A mí me interesa muchísimo así que me encantaría que las culturas de todo el mundo compartiesen sus historias con el nosotros. Es una fuente antiquísima de lo que somos y con la globalización cada vez nos parecemos más y se están perdiendo los diferentes colores de cada cultura.

– Con Errementari has dado el paso hacia el mundo del largometraje. Esa decisión, ¿nació como necesidad/obligación o como reto personal y profesional?

Cuando era más joven ni me planteaba que algún día pudiera dirigir pelis. Era una cosa muy lejana. Lo que más me gustaba era el cine, pero yo contaba historias con el dibujo y los comics. Pero cuando empecé a realizar mis primeros cortos me di cuenta que podía dominar ese lenguaje. Entonces decidí que quería vivir haciendo películas. Así que ha sido una determinación que llevo desde hace muchos años.

– En una entrevista dijiste que Errementari tiene, como géneros, fantástico, terror y humor. ¿Crees que se puede enmarcar dentro de más géneros y/o subgéneros?

Sí. Aunque creo que siempre es injusto para las películas enmarcarlas solo en un género ya que las fronteras siempre son muy difusas. La mía tiene un poco de esto y otro poco de lo otro porque así es como me salen las historias de forma natural.

– Según IMDB, eres el director, uno de los guionistas, uno de los productores ejecutivos y el montador de Errementari. ¿Qué es lo mejor y lo peor de ser la columna vertebral de la película?

Lo peor: el cansancio psicológico que supone estar en todos los procesos. Y, lo mejor, que controlas la película a mas niveles y puedes hacer que sea lo más parecida a lo que quieres. Aparte de disfrutar de esos diferentes procesos y los compañeros con los que los compartes.

– ¿Cuál fue el motivo (o los motivos) que llevó (o llevaron) a rodar Errementari en euskera alavés antiguo?

La película tenía que ser en euskera por que el relato es en euskera. Creo que el lenguaje es parte muy importante del tono transmisor de las historias. A parte que yo soy euskaldún y quería hacerlo así. En cuanto al alavés, necesitábamos un euskera del siglo XIX. Al ponernos con ello se nos ocurrió que podíamos recuperar un dialecto que ya casi está desaparecido (en Álava hablamos el batúa, que es un idioma unificado). Creo que ha quedado muy bonito tanto a nivel histórico como a nivel de textura.

– De momento has trabajado en el guion de todos los proyectos que has dirigido. ¿Tienes pensado continuar haciéndolo, si es posible?

Sí, por ahora todo lo que he dirigido son historias mías. Muy personales. Y siempre empiezo yo escribiendo el guion. Cuando veo que necesito otra perspectiva le pido un cable a alguien.

– En una entrevista dijiste que desde pequeño siempre te han gustado “las leyendas, el folklore, la mitología, los monstruos (…)”. ¿Crees que son algunas de las señas de identidad correctas para definir, de momento, tu cine?

Sí, las leyendas, el folklore, la mitología, los monstruos…, son las cosas que me gustan y por ahora es lo que voy a seguir abordando.

– ¿Cuáles son tus directores de referencia?

Uf, odio esa pregunta… Son tantos… Terry Gilliam, Akira Kurosawa, Paul Verhoeven, Mario Bava, Terence Fisher, Peter Jackson, Alfred Hitchcock, John Huston, Steven Spielberg, Hayao Miyazaki, Jean-Jacques Annaud, Álex de la Iglesia, Guillermo del Toro…

– ¿Te han influido de alguna manera los videojuegos en tu carrera como director o ilustrador?

Creo que sí. He vivido el desarrollo de las consolas desde los 8 bits. Y he sido bastante viciado (risas). Y siempre me ha gustado el trabajo de diseño conceptual que se hace para los videojuegos. Hay mucha libertad creativa. La verdad es que algún día me encantaría dirigir algún videojuego…

– En 2006 realizaste un cortometraje de animación, Clavos, e incluso el prólogo de Errementari también es animado. ¿Qué le dirías a un director que aún tiene prejuicios sobre el cine de animación?

A una persona con prejuicios hacia la animación le diría que primero vea cine de animación y luego hable. La animación también es cine con todas las de la ley. De hecho, el lenguaje es el mismo. Solo que tiene diferentes procesos. Algunos mucho más poderosos para contar historias que la ficción real. Pero creo que cada historia tiene su formato.

– ¿Cómo valoras que un film con toques fantásticos como La forma del agua gane un premio como el Oscar a mejor película, que normalmente ha caído en manos de otro tipo de obras?

Es una película preciosamente rodada que habla de los prejuicios y los clasismos que tenemos en la sociedad. Creo que ganó por eso. En los tiempos en los que vivimos es muy apropiado y necesario.

Creo Del Toro [Guillermo Del Toro, director de La forma del agua] es un tipo que si no hiciera fantástico probablemente no se dedicaría al cine. Es parte de él. El fantástico es parte intrínseca de sus películas, que hablan de temas profundos a diferentes niveles. Me encanta lo que hace. Los que hacemos fantástico tenemos que estar de enhorabuena. Yo me alegré muchísimo cuando se lo dieron [el Oscar].

– Descríbeme cómo es para ti el infierno.

Bueno ya lo podéis ver en la película (risas). Por un lado, es un espacio terrible lleno de tormentos que se encuentra dentro de casi toda mitología. Cada una tiene su forma. Algunos con fuego, otros con hielo. En el que vas a recibir escarmiento si en vida haces algo que crees que no deberías hacer.
Pero, por otro lado, es un estado psicológico de auto-flagelación en vida. Cuando tienes una preocupación o un problema por algo que crees que está mal. Generalmente por códigos de moral. ¿Es lo primero una interpretación figurativa de lo segundo? Seguramente. Es más: en algunas culturas los demonios que te atormentan son uno mismo. Sacad conclusiones.
En cualquier caso, lo más divertido es diseñar el primero. ¡¡¡Cuantos más demonios chungos mejor!!! (risas).

Entrevista realizada por Jonathan Soriano Luque

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies